domingo, 15 de junio de 2014

Unidad III. El proyecto de investigación-acción Pag 39-49



Unidad III. El proyecto de investigación-acción Pag 39-49
Para desarrollar este apartado tomo prestadas algunas ideas clave de varios destacados autores con gran experiencia en la elaboración de proyectos de investigación-acción, como Elliott, Kemmis, Zuber-Skerritt, y la corriente de la Universidad de Bath, representada por Whitehead (1989), Lomax y McNiff (1996).

Los ciclos de la investigación-acción
Como se señaló más arriba, la investigación-acción es de carácter cíclico. Re¬alizar una investigación puede llevar un solo ciclo, pero la mayoría de las veces consume varios; todo dependerá del problema y del tiempo, que se disponga para realizar el proyecto. Cuando la investigación-acción se ha institucionalizado, los ciclos de investigación-acción suelen transformarse en espirales de acción. Hay que tener presente que los ciclos de la investigación-acción son más formas de disciplinar los procesos de investigación que formas de representar la investigación. Ayudan a organizar el proceso, y menos a desarrollar explicaciones de nuestra práctica.
Por lo general, los ciclos de investigación-acción se transforman en nuevos ciclos, de modo que la investigación en sí puede verse como un «ciclo de ciclos» o como una «espiral de espirales» que tiene el potencial de continuar indefinidamente. Aquí vemos la investigación-acción como una «espiral autorreflexiva», que se inicia con una situación o problema práctico, se analiza y revisa el problema con la finalidad de mejorar dicha situación, se implementa el plan o intervención a la vez que se observa, reflexiona, analiza y evalúa, para volver a replantear un nuevo ciclo.
Alguien podría argüir que es algo normal y de sentido común, que cada persona práctica, el profesorado, planifique, actúe, observe y reflexione; este proceso en la investigación-acción se hace de manera más cuidadosa, sistemática y con mayor rigor que en la vida cotidiana.
El diseño de un proyecto de investigación-acción para Escudero (1990) podría articularse en tormo a estas fases:
*Identificación inicial de un problema, tema o propósito sobre el que indagar (analizar con cierto detalle la propia calidad para captar cómo ocurre y comprender por qué).
*Elaborar un plan estratégico razonado de actuación (crear las condiciones para llevarlo a la práctica y realizarlo), controlar el curso, incidencias, consecuencias y resultados de su desarrollo.
*Reflexionar críticamente sobre lo que sucedió, intentando elaborar una cierta teoría situacional y personal de todo el proceso.

El plan incluye la revisión o diagnóstico del problema o idea general de investigación; la acción se refiere a la implementación del plan da acción; la observación incluye una evaluación de la acción a través de métodos y técnicas apropiados; la reflexión significa reflexionar sobre los resultados de la evaluación y sobre la acción total y proceso de la investigación, lo que puede llevar a identificar un nuevo problema o problemas y, por supuesto, a un nuevo ciclo de planificación, acción, observación y reflexión.
A lo largo del libro se irán dando algunas directrices para realizar un proyecto de investigación-acción. Tienen el propósito de ayudar a quien lee estas páginas a controlar las condiciones de su proyecto. Un proyecto siempre debe desarrollarse y ajustarse a la situación personal de cada uno.
Antes de iniciar el ciclo de investigación es conveniente reflexionar sobre los nueve puntos que proponen McNiff y otros (1996):
*Revisar nuestra práctica. Plantear un proyecto de investigación siempre supone revisar o cambiar nuestra práctica con el propósito de mejorarla. Supone que nuestros valores educativos pueden ser cuestionados y problematizados.
*Identificar un aspecto que queremos mejorar. Ésta es la clase especial de preguntas que los investigadores en la acción hacen:
¿Cómo puedo mejorar mi práctica profesional?  ¿Cómo puedo mejorar mi comprensión de esta situación?
*Imaginar la solución. El investigador siempre tiene que imaginar y elaborar un plan de acción donde se plasma su propuesta de mejora o cambio.
*Implementarla. Una vez ideado el plan de acción, el investigador tiene que llevarlo a la práctica y a la luz de ésta ver si resulta como esperaba.
*Registrar lo que ocurre. El rigor que supone la investigación precisa del registro de lo que ocurre, los efectos que los cambios generan en la situación. Toda investigación de esta naturaleza precisa recoger datos para obtener las evidencias.
*Modificar el plan a la luz de los resultados y continuar con la acción. Una vez que hemos logrado unas evidencias que confirman la mejora de la práctica estamos en condiciones de llevarlas a la práctica.
*Controlar la acción. Las acciones implementadas por el investigador deben ser controladas a través de técnicas de recogida de datos. La observación tiene que controlar siempre lo que ocurre con las acciones que implementamos en nuestro plan de acción.
*Evaluar la acción modificada. Tenemos que reflexionar y evaluar los resultados; ver qué han supuesto de cambio o mejora, las ventajas y los inconvenientes.
*Continuar así hasta lograr la mejora o cambio pretendido. Como venimos señalando, la investigación-acción es un proceso progresivo, que procede paso a paso en busca de la mejora y de una mejor calidad de la enseñanza.

Implicar a otras personas en el proyecto
Es una idea, mayoritariamente compartida, que la investigación-acción debe realizarse en grupo siempre que sea posible, dadas las ventajas y el enriquecimiento mutuo que trabajar en grupo comporta. En el caso de que tenga que realizarse una investigación individualmente, es importante implicar a otras personas. La investigación-acción tiene como punto de mira el «yo», pero es hecha con y para otra gente. La meta de la investigación-acción es la mejora personal para la transformación social, de modo que es esencialmente colaborativa.
Puede que tenga que trabajar con algunas de las personas que señalamos a continuación:
*Las personas que participan (el alumnado).
*El amigo crítico o la amiga crítica.
Una persona dispuesta a compartir la discusión del trabajo críticamente.
*El tutor o la tutora, en el caso de que una persona le tutorice.
*Algunos colegas del centro.
*El grupo de validación (grupo de colegas que contribuyen a validar o a hacer creíbles los datos).
La investigación-acción conlleva establecer nuevas relaciones con otras personas. Así pues, conviene desarrollar algunas destrezas respecto a saber escuchar a otras y otros, saber gestionar la información, saber relacionarse con otras personas, saber implicarlas en la investigación y que colaboren en el proyecto. Piense que el principal recurso es usted mismo y que la vida es un proceso de aprendizaje continuo.
A continuación exponemos las fases del proceso de la investigación-acción. La finalidad es proporcionarle los elementos y directrices para que pueda realizar su proyecto de investigación. Seguiremos paso a paso cada uno de los momentos que configuran el proceso; piense que es flexible y recursivo, que va emergiendo a medi¬da que se va realizando. Seguimos el modelo propuesto por Kemmis.

El plan de acción
Iniciando el proyecto de investigación
Como señala Elliott (1993), el proceso de investigación se inicia con una «idea general» cuyo propósito es mejorar o cambiar algún aspecto problemático de la práctica profesional; identificado el problema, se diagnostica y, a continuación, se plantea la hipótesis de acción o acción estratégica.
El mismo punto de vista tiene Kemmis, cuando al enfocar el problema o foco de estudio, plantea tres preguntas:
*¿Qué está sucediendo ahora?
*¿En qué sentido es problemático?
*¿Qué puedo hacer al respecto?

El plan de acción corresponde a la primera fase del ciclo. Dentro del plan de acción podemos considerar, al menos, tres aspectos:
*El problema o foco de investigación.
*El diagnóstico del problema o estado de la situación.
*La hipótesis de acción o acción estratégica.

El problema o foco de investigación
Un proyecto de investigación se inicia con la búsqueda o identificación de un problema, sobre el que pueda actuarse, y que podría expresarse en la siguiente pregunta: ¿qué situación problemática de mi práctica profesional me gustaría mejorar? En realidad, toda investigación se inicia con una hipótesis latente: «Pienso que si hago esto, tal o cual cosa podría ocurrir». En bastantes casos, lo que se quiere investigar tiene más el sentido de una preocupación que de un problema propiamente dicho. El interés de los docentes tiene que ver con lo que ocurre en las aulas y desearíamos cambiar. Lo importante es identificar un área que deseemos investigar y estar seguros de que es posible cambiar alguna cosa.







Identifique algunas áreas en las que usted podría mejorar la situación de clase siguiendo la matriz que viene a continuación; las áreas pueden ser generales o muy específicas.

Áreas de mejora
¿Podría la investigación ayudar?
1


2


3


Cuando haya elaborado la lista, pregúntese si son problemas que se pueden investigar. Tome al­guna de las áreas que usted ha señalado y vea si puede generar algunas preguntas sobre los tó­picos señalados. Si le es difícil generar preguntas, trate de relacionar el tópico con las palabras-cuestiones: ¿quién?, ¿a quién?, ¿qué?, ¿por qué?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?

Otra idea de interés es empezar la investigación desde donde uno está. Sea práctico y pregúntese: ¿realmente puedo hacer algo sobre esta situación? ¿Puedo es­perar que ocurra un cambio?, ¿en mí o fuera de mí? Sea realista, piense que no puede cambiar el mundo, pero que puede cambiar algo de sí o de su entorno. Por ejemplo, si es profesor o profesora de biología, podría hacerse preguntas como: ¿Cómo podría ayudar a mi alumnado a lograr mayor éxito en la asignatura de biología? ¿Qué podría hacer para que mi clase fuera más participativa? ¿Cómo podría interesar al alumnado por la biología? Piense si las preguntas corresponden a un tema real, si espera generar un cambio o si se va a producir una mejora en su práctica profesional.

Otra pregunta que debería plantearse es: ¿Por qué he elegido este problema o foco de estudio? Como investigador responsable, necesita tener claro por qué se involucra en este tema o problema. Necesitamos hacer explícitos nuestros valores y creencias educativos, cosa que no es fácil. En la vida de aula solemos movernos por unos valores determinados. Lo que hacemos viene condicionado por nuestras creencias o valores. Cuando investigamos queremos «vivir» nuestros valores en nuestra práctica profesional. Una de las metas de la investigación-acción es desarrollar una práctica reflexiva de manera que tengamos claro los motivos y podamos vivir nuestros valores con más plenitud en la vida social, profesional y personal.

No se preocupe si no consigue plantear la pregunta al inicio con precisión, suele ocurrir; a medida que el proyecto avance tendrá tiempo para precisarla. El profesorado investigador suele partir de una idea general que se va matizando y concretando a medida que el proceso avanza. La búsqueda de un tema de indagación lleva tiempo, y es probable que vayan apareciendo nuevas preguntas.

Una vez identificado el problema o foco de estudio conviene hacerse preguntas para comprobar si ha tenido en cuenta las consideraciones o sugerencias señaladas anteriormente. Preguntas tales como:
*¿He identificado un área sobre la que puedo hacer algo?
*¿La he clarificado con mi tutor o tutora. o con otras u otros colegas?
*¿Tengo garantías de que es un área de la práctica que puedo mejorar?
*¿He considerado si la situación responde a mis valores educativos?
*¿He identificado los valores profesionales que en esta situación no se cumplen?
*¿He imaginado cómo me gustaría que fuera dicha situación para que armonice con mis valores?
*¿He revisado la situación y tengo motivos para intervenir en la misma?

Tomamos la idea de McKernan (1999), que señala la importancia de que el foco de estudio o problema seleccionado tenga interés para usted, sea un problema que lo pueda manejar, que pueda mejorar algo, y que implique la enseñanza y el aprendizaje.


Diagnóstico del problema o situación

Identificado el problema, es preciso hacer un reconocimiento o diagnóstico del mismo. La finalidad es hacer una descripción y explicación comprensiva de la situación actual;          obtener evidencias que sirvan de punto de partida y de comparación con las evidencias que se observen de los cambios o efectos del plan de acción.

Conviene hacerse preguntas como éstas: ¿Qué clase de evidencia puedo generar para demostrar lo que está ocurriendo? ¿Cómo puedo mostrar la situación actual a otras personas? ¿Cómo puedo mostrar la situación actual antes de la intervención? Para hacer el diagnóstico del problema puede seguir las indicaciones que aparecen en el cuadro 12 de la página siguiente.

Escriba las soluciones posibles que se le ocurran y que respondan a la pregunta general:  « ¿Qué puedo hacer para mejorar esta situación?» Ponga dichas soluciones a disposición de los colegas que podrían ayudarle en esta fase del proyecto. Pídales su opinión al respecto.

A modo preliminar a su plan de acción podría tratar de responder a algunas cuestiones clave que son de utilidad. Listamos algunas cuestiones e ideas para ayudarle a imaginar posibles respuestas.

Revisión documental           
Otro aspecto que hay que considerar es la recogida de información sobre el tema que desea investigar, sobre la acción que quiere implementar. Para ello necesita hacer una revisión documental o bibliográfica. Elija una par de palabras clave o descriptores referentes al tema, y averigüe quién o quiénes están estudiando el tema. Tal vez no encuentre información, pero en caso contrario podrá disponer de valiosa información para su estudio. Es un punto a su favor que aparezca citado los autores que ha leído en las referencias bibliográficas.

Solicite a su tutor que le suministre listas de lecturas que le sirvan de guía. Utilice la biblioteca; acuda a alguna base de datos, por ejemplo, ERIC (Educational Resources Information Center) http://cricir.syr.edu/Ericl), realice búsquedas bibliográficas por Internet. Navegue por algunas páginas web (por ejemplo: www.octionresearch.net y www.oise.utoronto.ca/~ctd/networks).

Compruebe de qué bases de datos, resúmenes e índices dispone. Compre los textos básicos que precise. Sea selectivo en los libros. La revisión documental le facilitará la elaboración del marco conceptual o teoría donde quiere situar el tema de estudio.

Una vez realizada la revisión documental, conviene que realice algunas preguntas de comprobación:
*¿Dispongo de suficiente información relacionada con el tema de estudio?
*¿He leído suficiente sobre la metodología?
*¿Tengo previstos libros o artículos que me faltan por leer?
*¿He pensado en la persona o personas que podrían aconsejarme?

Lea activamente y tome notas de las lecturas. Abra una base de datós en su ordenador o un índice de las lecturas que le sirva para elaborarla bibliografía de una forma sistemática. Cuando elabore el informe deberá referenciar de forma precisa, siguiendo alguna normativa como la APA (American Psychological Association), Harvard u otra. Elabore un fichero con los documentos fotocopiados. En caso de guardar la información en soporte digital, haga copias de seguridad.


La hipótesis de acción o acción estratégica

Un momento importante en el ciclo de la investigación-acción es la formulación de la propuesta de cambio o mejora: la hipótesis de acción o acción estratégica. Una vez hecha la revisión documental, estará en condiciones de diseñar el plan de acción, es decir, las acciones que quiere introducir en su práctica profesional para mejorarla. Es un momento decisivo en el proceso; de cómo arme el plan de acción dependerá en gran medida el éxito de su proyecto de investigación. Recuerde que en la investigación-acción, la acción es el centro del proceso y la investigación se pone a su servicio.

El plan de acción es una «acción estratégica» que se diseña para ponerla en marcha y observar sus efectos sobre la práctica; el plan de acción es el elemento crucial de toda investigación-acción.

El plan o intervención se apoya en la comprensión obtenida del diagnóstico de la situación y de la revisión documental, en contraste con la acción como resultado del hábito, opinión o mero conocimiento. La acción estratégica es una forma de deliberación que genera «una clase de conocimiento que se manifiesta en un juicio sabio» (Kemmis, 1984).

La búsqueda deliberada de información sobre la acción es esencial. Un criterio importante de la acción estratégica es el intento por comprender las condiciones en las que la acción tiene lugar: las relaciones entre las circunstancias, el contexto, la intención y la acción. En el caso de que el proyecto se realice en grupo, el plan detallará quién informa a quién y cuándo; la especificación de roles y metas; el calendario de reuniones, etc.


Formulación de la hipótesis de acción

Whitehead (1995) defiende la reconstrucción de las teorías de los docentes investigadores a través de una forma viva de preguntas y respuestas. Señala que el significado, el acuerdo y la contradicción, la verdad y la falsedad, no pertenecen a las proposiciones en sí, sino que pertenecen a las proposiciones en cuanto respuestas a preguntas.

Frente a la forma proposicional de enunciar las hipótesis tradicionales, orientadas a la explicación y relación entre variables, propone la forma dialógica a través de preguntas y respuestas. En este caso, la explicación se caracteriza por la lógica de la pregunta y la respuesta utilizada al explorar las preguntas de la forma: «¿Cómo puedo mejorar mi práctica?»

Para Elliott (1993), una hipótesis de acción es un enunciado que relaciona una idea con una acción. Una pregunta (idea), con una respuesta (acción): «¿Cómo podría mejorar el rendimiento de mis alumnos en la asignatura de biología? A través del aprendizaje cooperativo». Las hipótesis se plantean mediante formas «vivas» de preguntas y respuestas (Whitehead, 1995). Las hipótesis de acción son propuestas que deben considerarse como ideas «inteligentes», y no como soluciones «correctas».

Elliott pone algunos ejemplos de preguntas de hipótesis de acción: «Los alumnos se muestran insatisfechos con los métodos de evaluación utilizados. ¿Qué podemos hacer para mejorar la evaluación? Los alumnos pierden bastante tiempo en clase. ¿Qué podría hacer para mejorar su aprovechamiento?»

Una vez imaginadas las posibles soluciones del problema y elaborado el plan de acción, no está de más revisar las cuestiones que siguen:
*¿Ha pensado, como mínimo, en una posible solución para el problema que estudia?
*¿Ha anotado ideas para otras posibles soluciones?
*¿Ha planificado algún plan de acción para implementar dicha solución?
*¿Ha invitado a otros colegas a comentar sus ideas?

Como cierre de la primera fase del ciclo de la investigación-acción, el plan de acción, pensamos que usted debería hacer una revisión personal sobre las siguientes cuestiones clave que han ido apareciendo en esta fase:
*¿Cuál es el foco de la investigación?
*¿Por qué he elegido este tema como foco?
*¿Qué clase de evidencia puedo generar para mostrar lo que está ocurriendo?
*¿Qué tipo de evidencia puedo generar para mostrar que lo que voy a hacer tendrá impacto?
*¿Cómo evaluaré el impacto?
*¿Cómo garantizaré que algunos juicios que podría hacer son razonablemente justos y precisos?


La acción

Ha llegado el momento de poner en marcha la acción estratégica o hipótesis de acción planteada en la fase anterior. Es hora de pasar a la acción, la fase anterior supuso un esfuerzo en la reflexión y el discurso. Seguramente usted dispone de un cronograma o calendario donde describe los pasos y tiempos que le va a llevar implementar la acción estratégica. De no tenerlo, debería pensar en ello.



Características de la acción

En la investigación-acción la observación recae principalmente en la acción; esto es porque el énfasis primario es sobre la acción más que sobre la investigación; la investigación es, así mismo, revisada, pero su función principal es servir a la acción.

La acción es meditada, controlada, fundamentada e informada críticamente; es una acción observada que registra información que más tarde aportará evidencias en las que se apoya la reflexión. Debemos considerar la observación como una realidad abierta, que registra el proceso de la acción, las condiciones en la que tiene lugar, y sus efectos, tanto previstos como imprevistos.

La acción es deliberada y está controlada, se proyecta como un cambio cuidadoso y reflexivo de la práctica. No está exenta de riesgo, pues se enfrenta a limitaciones políticas y materiales, por lo que los planes de acción deben ser flexibles y estar abiertos al cambio. Se desarrolla en un tiempo real.

McNiff y otros (1996) señalan algunas características que deben concurrir en la acción:  

*Acción informada. Indagar en la acción es en sí un método para asegurarse de que la acción está informada. Significa investigar sistemáticamente las propias acciones y motivos, tratando de descubrir e interpretar críticamente, estando abierto a puntos de vista alternativos para reducir los sesgos. Conlleva una exploración de los propios motivos y valores para tener claro por qué actúa de la manera que lo hace. Necesita estar abierto a estrategias alternativas para su acción y a explicaciones alternativas de sus resultados. Otra manera importante de que su acción esté informada es revisando la literatura que otros han escrito sobre el tema, en particular los resultados obtenidos. La acción debe ser informada para considerar los riesgos que implica el cambio social y para permitir a los profesionales actuar más eficazmente.

* Acción comprometida. En la investigación-acción, ésta debe ser acción comprometida. Significa que su acción se apoya en un fuerte compromiso de buscar la mejora de la situación actual. La investigación-acción no es un buen método para implementar los dictados de otra gente.

*Acción intencionada. La investigación-acción deber ser, asimismo, intencional. Elaborar planes, implementarlos y evaluarlos son aspectos del proceso. Los investigadores en la acción actúan con una intención: mejorar la práctica.


Control de la acción

Deberá ser sistemático en el control de la acción y en la generación sistemática de datos. Un importante resultado de la investigación-acción es el cambio que genera en la comprensión de la práctica profesional. Necesitará mostrar cómo ha ido ocurriendo el cambio describiendo el proceso. Ser sistemático en la recogida de datos tiene importancia en diferentes aspectos del proceso de investigación; servirá para apoyar en el momento de la reflexión que se han generado evidencias sobre su práctica; le ayudará a explicitar los puntos donde los cambios han tenido lugar. Ser sistemático significa que la recogida de datos se realiza conforme a un plan y los datos se utilizan para apoyar las evidencias de los cambios.

Cualquier tipo de dato no basta; sólo aquellos datos que permitan demostrar que realmente la situación está mejorando. No olvide que los datos no son evidencias. Es recomendable guardar los datos en ficheros. Elabore un listado con las técnicas de recogida de información que piensa utilizar. Enumérelas del 1 al 5, por orden de preferencia. Esta tarea le ayudará a identificar las técnicas con las que se siente más seguro. La elección puede abarcar desde notas de campo, diarios y estudios de casos hasta cuestionarios, entrevistas o las propias observaciones.

El control de la acción debe proporcionar auténticas descripciones de la acción. Si controla la acción logrará obtener datos que podrá utilizar para proporcionar auténticas descripciones de la acción. Algunos investigadores reducen la autenticidad al mezclar datos descriptivos con otros explicativos. Para obtener descripciones podrá usar diferentes tipos de registros de tipo empírico.


La observación de la acción

En este apartado usted encontrará las directrices-para llevar a cabo la tercera fase del ciclo de la investigación-acción: la observación o supervisión del plan de acción. Se proporciona una guía para supervisar la acción, y procedimientos para documentar el proceso de la investigación. Así mismo, se indican algunos principios generales sobre cómo gestionar los datos, cómo recogerlos, "algunas ideas sobre documentación, y cómo implicar a otras personas (amigo crítico, colegas, etc.) en el proceso de supervisión de la acción.

La observación recae sobre la acción, ésta se controla y registra a través de la observación y nos permite ver qué está ocurriendo. La investigación-acción prevé una mejora de la práctica profesional.

Los datos recogidos en la observación nos permiten identificar evidencias o pruebas para comprender si la mejora ha tenido lugar a no.

La observación implica, en este sentido, la recogida de información relacionada con algún aspecto de la práctica profesional. Observamos la acción para poder reflexionar sobre lo que hemos descubierto y aplicarlo a nuestra acción profesional. Es en el imperativo de la observación donde la investigación-acción difiere de otras tradiciones de investigación.




Cómo supervisar y documentar su investigación-acción: principios generales

Es el momento de centrarse en cómo supervisar la acción, en los efectos o consecuencias de mejora que están ocurriendo. Observar y supervisar la acción es algo más que la simple recogida de datos; ante todo, es la generación de datos para reflexionar, evaluar y explicar lo ocurrido. La observación de la acción recae tanto en la propia acción (los cambios que se generan en su pensamiento y práctica profesional) como en la acción de otras personas (alumnado, colegas, etc.). En esta fase del proyecto es importante recordar que:

*Necesita utilizar técnicas de recogida de datos (observación) que evidencien la calidad del curso de acción emprendido.  

*Debe utilizar técnicas que pongan de manifiesto los efectos derivados de la acción, tanto los buscados como los imprevistos.


Acciones que puede observar para generar información

*Autoobservar su acción. Necesitará identificar sus intenciones y motivaciones antes de la acción y las subsiguientes reflexiones durante la acción.

*Para generar información sobre sus intenciones y motivos podría hacerlo a través de su diario de investigación.

*Podría generar datos sobre su acción (sesiones de clase, reuniones y charlas con otras personas implicadas en la investigación) grabándolas en audio o video, o tomando notas, o invitando a unos cuantos alumnos a llevar un diario semiestructurado o a realizar observaciones de aula.

*Supervisar la acción de otras personas. Como investigador en la acción intentará persuadir a otras personas a que se involucren en su proyecto de investigación, como, por ejemplo, un «amigo crítico» o alumnado que puede llegar a colaborar con usted en la investigación.

*Podría registrar las conversaciones y otro tipo de material generado por los colaboradores respecto a la investigación. 

Supervisar conversaciones críticas sobre la investigación. Conversaciones críticas (charlas con otras personas sobre la investigación) tienen lugar durante todo el proceso de la investigación. Estas generan información que puede ser útil para recoger datos sobre el proceso.
-Registre las conversaciones que tenga con otras personas sobre sus planes e intenciones.
-Puede compartir sus datos con otras personas para recibir retroacción.

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